Flandes en la memoria

Het Volk 1984

Corría el año de Gracia de 1984 cuando cayó por primera vez en mis manos (bueno, tuve que pagar 300 ptas de la época para que cayera) una revista de ciclismo llamada “Miroir du Cyclisme”. Aquel número llevaba por título “Sur les pavés, l’épopée”, o sea, “Epopeya sobre el pavés” y describía a la perfección la imagen de la portada: Eric Vanderaerden, gorra con visera hacia arriba y chichonera bien calada encima, (como descubrí después que mandaban los cánones flandriens) , totalmente empapado, la mirada perdida, empujando su Raleigh por el manillar mientras subía a pie por la mítica curva del muro de Grammont; a su lado un belga del Splendor de nombre Luc Colyn, mismo atuendo en la cabeza pero peor suerte en el lance: una mano apoyada ya en el talud sobre el que la gente se agolpaba y la otra a punto de hacerlo, anunciando una caída inevitable; por último, pero dándole sentido a la escena, un pavés descarnado, reluciente por la lluvia caída y un fondo de árboles deshojados con cielo gris. La fotografía pertenecía a la edición de aquel año de la “Het Volk”. Ni que decir tiene que, desde entonces, la foto ocupa un lugar preferente en mi iconografía ciclista.

Del contenido de dicho “Miroir” transcribo el resumen de aquella carrera que tuvo los ingredientes que todos los amantes de las clásicas del norte esperamos de dichas carreras.

“Pavés en el cuerpo

Ficha técnica: Het Volk – 226- Km – 3 Marzo 84. Recorrido: llano, sembrado de nueve cotas, entre ellas el Viejo Quaremont y el Mur de Grammont y adoquinado en su parte final. Condiciones atmosféricas: viento, lluvia y ráfagas de nieve fundida.

Primera carrera con su nuevo maillot y primera caída de Eric Vanderaerden que tuvo, a pesar de ello, el mérito de llegar a Saint Amandsberg, en las afueras de Gante después de una carrera que se resumió rápidamente en una disputa entre los Panasonic y los Kwantum. Cuestión de supremacía en Holanda. El frío, la lluvia y un viento de tormenta han convertido la prueba en mortífera. Hacía falta una salud de hierro para emerger en circunstancias tan espantosas y los abandonos se sucedieron desde la primera hora de carrera .

Desde las primeras escaladas, las cunetas rompieron el grupo de cabeza y se conocieron los abandonos del belga Fons de Wolf, vencedor el año anterior, del holandés Kuiper, de Bernard Hinault, Lemond, Fignon y docenas de corredores. Dedos rígidos, párpados hinchados, abrigados del mejor modo que podían, pero congelados, estos hombres apenas figuraron.

Si la primera parte de la carrera fue muy física, la segunda sólo fue táctica. En la cima del famoso Muro de Grammont (km. 163), la carrera se había terminado. Cuatro hombres pasaban destacados: los belgas Vandenbroucke (nota del traductor: el tío de Frank), Walter y Eddy Planckaert y Ludo Peeters. Con dos hombres en cabeza y cinco en el grupo perseguidor, Peter Post jugaba hábilmente la carrera de equipo en el pelotón. Raas y sus fieles habían caído en la trampa. Se vió entonces a Walter, el mayor de los Planckaert, hacer todo el trabajo para su hermano pequeño. A 400 metros de la línea de llegada, el demarraje de Eddy fue imparable. El favorito se impuso le sacó más de 4 bicis al segundo. Con este éxito de primer nivel, Eddy Planckaert se llevaba su décimo triunfo de la temporada.”

El pie de la foto principal, rezaba así:

“Eric Vanderaerden, como muchos otros, derrapa sobre el pavés, convertido en resbaladizo por la lluvia, y cae, arrastrando en su caída a Luc Colyn. Jos Lammertink, Steven Rooks seguidos de Jan Raas ponen pie a tierra. La trampa se ha cerrado.”

Clasificación:

1º Eddy Planckaert (Panasonic)

2º Jean-Luc Vandenbroucke (La Rédoute)

3º Ludo Peeters (Kwantum)

4º Walter Planckaert (Panasonic)

5º Jos Lammertink (Panasonic)

6º Luc Colyn (Splendor)

7º Johan Lammerts (Panasonic)

8º Bert Oosterbosch (Panasonic)

9º Eric Vanderaerden (Panasonic)

10º Ferdi Van den Haute (La Rédoute)

11º Jan Raas (Kwantum)

12º Steven Rooks (Panasonic)