CRÓNICA PIRENAICA 17-07-2010

A PESAR DE LOS ELEMENTOS, CON PASO FIRME SOBRE FRANCIA

En España vuelve a amanecer!! y con el nuevo día el trio de oro de la grupeta Hospisport formado por el Abuelo Poci, Mariano Grimpeur y el Capitano Gabriel, se aprestan a cargar la lujosa furgoneta del abuelo con sus tesoros más preciados: sus imponentes y legendarias bicis, dispuestas de nuevo a buscar la gloria en los remotos parajes del pirineo francés.

La ruta se antoja épica: Quillane-Pailheres-Puymorens.

Rápida subida a Puigcerdá, donde estableceremos la cabeza de puente de nuestra gloriosa incursión. Nos cambiamos ávidos de aventura, sin prisa pero sin pausa...en pocos minutos estamos ya en la ruta sobre nuestras monturas.

Nos despedimos de Puigcerdá y por ende de España entre multitud de rojigualdas, que ya despojadas de la angustiosa timidez de otrora ondean orgullosas y altivas sobre nuestras cabezas. El ritmo, como no puede ser de otra forma, es suave, la exigencia del recorrido obliga al máximo ahorro de energías en este comienzo que empieza siempre mirando hacia el cielo.

El tráfico es bastante intenso, la mañana es fresca y nada hace presagiar el infierno en que se va a convertir en apenas unas decenas de kilómetros...bueno si, algo alarmante sucede: la voz de nuestro nostradamus meteorológico, el abuelo Poci, clama a los cuatro vientos "hoy vamos a pasar calor!!!".

Coronada la Quillane en franca camaradería, aparece ante nosotros un banco de espesa y gélida niebla, creemos que es pasajero...¡¡¡¡craso error!!!! Descendiendo el frío nos azota cruelmente y la niebla pasa primero a calar nuestras vestimentas para paulatinamente, así como perdemos altura mojar la carretera. Descenso infernal, visibilidad en algunos momentos nula, riesgo, comienza la lluvia y... sobretodo, frío mucho, mucho frío.

Tomamos la ruta que se desvía de la general a Puyvalador y por una carretera interesantísima alcanzaremos Mijanés. En este tramo nos topamos con un grupo de ciclistas franceses a quienes la educación no les alcanzó jamás, nuestro limitado francés nos permite adivinar que somos objeto de burla ante nuestra vestimenta propia del verano...lo pagarán más adelante.

Llegamos a Mijanés, Mariano está congelado tanto física como anímicamente, el abuelo Poci está exultante, todos sabemos que la lluvia (que para el hoy no a existido) es un aliciente más y Gabriel con muy buenas sensaciones se concentra en intentar hacer pagar las ofensas galas. Primeros kilómetros, pendientes muy constantes y elevadas, rozamos los dos dígitos durante casi toda la ascensión..los franceses continúan con sus comentarios sobre nosotros, pasan a la cabeza y con excesiva altivez menosprecian nuestra escalada, pero...¡¡¡¡somos los herederos de las hondas raíces patrias para la escalada y no podemos fallar!!! será el abuelo el que muestre en un ínfimo descansillo que no está por tonterías, faltan unos seis kilómetros para la cima y ha dejado de llover. Los franceses neutralizan la intentona. Ahora es el momento de Gabriel a falta de cinco para la cima lanza un primer ataque, los franceses no reaccionan ya tan facilmente, así que otro nuevo cambio de ritmo acaba ya con ellos, Gabriel se va para la cima, Mariano va reaccionando con la clase que atesora y al comprobar que la lluvia cesó saca a relucir sus dotes brillantes para la escalada, Poci continua a escasa distancia. Adelantamos infinitos grupos de ciclistas (todos super amables, corresponden a nuestro saludo, y dan muestras de admiración ante nuestro poderío en tan duras rampas, italianos, belgas, españoles...) siempre animados por una infinidad de personas que con sus caravanas y sus tiendas de campaña están ya apostados en los márgenes de la carretera para, mañana, animar a nuestros ídolos...tiempo habrá de comentar la grandeza de un deporte como el nuestro que moviliza a una legión de seguidores de esta forma tan cívica y apasionada a la vez.

Coronamos Pailheres, breve reagrupamiento, el sol timidamente quiere vencer a la espesa niebla pero es una batalla hoy casi perdida. Emprendemos el descenso, peligroso por la poca visibilidad pero por lo menos ,excepto unos pocos kilómetros, está seco en su mayoría. El frío vuelve a atizarnos, arribamos a Ax les Thermes completamente congelados y con unas ganas enormes de comenzar la ascensión al Puymorens para así entrar en calor.

Subida larga, larguísima (más de 27 kms y al 4,3 de media) parece que es una subida menor pero nos va a mostrar lo contrario, comienza con un trazado muy rectilineo y con pendiente no muy elevada pero sí muy, muy constante (no hay descansillos), esta zona tiene un tráfico intenso, aunque tampoco llega hoy a agobiar en exceso. Ritmo que van a ir marcando Mariano y Gabriel mientras Poci da muestras de andar ya en la reserva, sin duda el frío y la dureza de lo anterior ya comienzan a mermar su condición física. Es llegados a Hospitalet pres L'Andorre cuando la ruta zigzaguea y alcanza mayor porcentaje ya hasta la cima. Mariano va apretando las tuercas a un cada vez más vacío Poci...y es que es en estos puertos de verdad donde las condiciones de los escaladores de la grupeta salen a relucir de manera incontestable.

Llegados a la cima del Puymorens la alegría embarga a Mariano y a Gabriel, el sol comienza a vencer!!!!!!, esperamos a Poci y ya descendemos hacia Puigcerdá, ayudados por el viento de popa y lo benévolo de la ruta.

En resumen 143 kms y más de 3000mts de desnivel, con un tiempo infernal en la mayor parte del recorrido, pero una vez más la grupeta consigue uno de sus objetivos.