sábado, 15 de diciembre de 2018

ALMUERZO CON LOS C.D.M

Aunque últimamente las crónicas de este excelso blog, estén dedicadas
a "almuerzacos", no ha variado una de las máximas de esta grupeta,
cafés miseros y esqualidas barritas......Simplemente han coincidido
en el tiempo.
Después de intentar reunir al mayor numero de componentes para
realizar el ágape anual en la sede de nuestro club, hubo de desistir
ante las "numerosas" bajas. Si ya de por si, somos pocos, en cuanto
fallen 3 o 4, nos quedamos "en cuadro" y no merece la pena, encargar
una "comilona" en toda regla.
A propuesta del Capitano, se decide realizar lo en la ruta invernal por
antonomasia, Molanta. Pocos concurrentes, como era de esperar.
Es lo que pasa cuando propones "almuerzo de gran fondo", en una
grupeta "infectada" de "medio-fondistas". Te quedas casi solo......

En el punto de encuentro, me reúno con los C.D.M  ( comités de defensa
de Molanta) al pleno, mas el "maratoniano, Sergio que esta
recuperando las "heridas" de su carrera en Valencia.
Por cierto, marca "discretita" teniendo en cuenta su clase y de ser
hermano del "Guru" Rodriguez.....ji ji ji

En casa, se quedan los de "baja procedente" y otros, por puro
"miedo gallináceo".......ja ja ja

Hoy, David ha presentado en sociedad, su nueva adquisición: un
autentico "engendro carbónico" de Trek. No hay ni un ápice de
critica en este comentario. Solo constato lo que es la evolución
de nuestra querida bicicleta. Hemos pasado de finos tubos redondeados
a toda una amalgama de curvas y soluciones aerodinámicas sin
cables y sin frenos....A disfrutarla, amigo ¿!!!





Con buen paso y tertulia, cumplimentamos el primer tramo de la
jornada y arribamos al lugar elegido: Cantallops. Restaurante
recomendado por David. Gran almuerzo con diversas carnes de
barbacoa regadas con buen vino del Ordal y tertulia, siempre
amena. En Sitges, se despidió Sergio por obligaciones "procedentes".
La cuenta estuvo a la altura del ágape. Pero bueno, una vez al año,
no hace daño....








Con el estomago repleto y "espoleados" por el licor ofrecido a
cuenta de la casa, encaramos el siempre pestoso tramo del Ordal
con su abundante trafico dominguero.








Pasado el trance, solo nos queda "estirar" las piernas camino de
nuestros hogares, comentando los detalles de tan agradable
jornada.


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